lunes, julio 19, 2004

 
Lo vivido ha quedado en el pecho.
 
Nada lo turba. Es un silencio.
Un modo de callar igual a un cuerpo.
 
Todos los que son yo
dicen amargamente
que han pasado los días
 
y únicamente ha sido eso, nada más.
 
Está bien. Es hora
de levantarse
 
y servirse otra taza,
un trago, otro cuchillo.
 
-David Huerta